Seguro que más de una vez te has bajado del taxi mirando la pantalla y pensando: “vale, he llegado bien… pero esta cifra, ¿de dónde sale exactamente?”. En ElTaxi 033 lo escuchamos mucho: gente que se fía del servicio, pero que siente que la tarifa taxi es como una especie de jeroglífico moderno que solo el conductor entiende.

La realidad es que el sistema no es tan complicado, pero nadie se toma el tiempo de explicártelo con calma. Y claro, entre prisas, tráfico y lo poco amigable que se ve el aparato, es normal que parezca que te están hablando en otro idioma. Por eso hemos querido sentarnos “contigo”, como si estuviéramos tomando un café, y contarte cómo funciona todo paso a paso, sin tecnicismos raros y con ejemplos del día a día. Y para hacerla más fácil, en nuestro blog tenemos un artículo en donde te enseñamos a reservar a través de tu smartphone.
Cuando el aparato empieza a sumar: qué hace realmente el taxista
Lo primero que hay que entender es que el famoso aparatito que ves en el salpicadero no va “a su bola”. El taxímetro está programado con unas cifras que marca el ayuntamiento o el organismo de transporte de tu zona. Es decir, el conductor no puede girar una ruleta y decidir lo que le apetece cobrar ese día: hay unas reglas claras que todos los taxis legales tienen que seguir.
Dentro de esas reglas hay una parte fija y una parte variable. Probablemente lo has notado: nada más sentarte, la pantalla no está a cero, ya hay un importe mínimo que aparece aunque todavía no hayas avanzado ni medio metro. Ese importe es la famosa bajada de bandera, y es la manera de cubrir el hecho de que el coche ha ido a por ti, el profesional está disponible solo para tu viaje y el vehículo tiene unos costes de mantenimiento, seguros, licencias, etc. Es como el “precio base” de cualquier servicio.
A partir de ahí, según te vas moviendo por la ciudad, entra en juego la parte variable. Cada metro que avanza el coche y cada segundo que pasa se van convirtiendo en dinero. Por un lado, la distancia recorrida se transforma en lo que se conoce como precio por kilómetro, que es lo que hace que un viaje más largo cueste más que uno corto, aunque todo vaya muy fluido. Por otro lado, cuando el coche se frena, queda parado en un atasco o se come una cadena de semáforos en rojo, entra en funcionamiento el precio por minuto, que es la forma de que el servicio siga teniendo sentido aunque el vehículo no se mueva.
Si lo piensas, tiene lógica: el taxi está trabajando aunque esté parado; el profesional sigue ahí, el coche consume, la licencia está en uso. El equilibrio entre lo que se cobra por distancia y lo que se cobra por tiempo es lo que hace que un día pagues un poco más y otro un poco menos, incluso si el trayecto parece “el mismo”.
Día, noche y fines de semana: cuando el horario también cuenta
La segunda pieza del puzzle es el reloj. No es lo mismo pedir un coche un martes a las once de la mañana que salir de una boda un domingo a las cinco de la madrugada. Para esos cambios de horario existe algo que la gente suele escuchar pero no siempre entiende: la tarifa nocturna.
Esta franja, que se aplica desde cierta hora de la tarde hasta la madrugada (y en algunos festivos concretos), tiene importes algo más altos por kilómetro y por minuto. No es un capricho del sector; es la manera de compensar turnos menos cómodos, noches en vela, fines de semana trabajados y el hecho de que haya coches disponibles cuando la mayoría de personas están de ocio o descansando.
Como usuario, ¿en qué lo notas? En que un trayecto idéntico, hecho a mediodía y hecho de madrugada, no va a costar exactamente igual. Aun así, dentro de cada horario, las reglas son las mismas para todos los taxis regulados. No debería haber diferencias enormes entre uno y otro si las condiciones del tráfico son parecidas.
Extras que no son sorpresa: aeropuertos, días especiales y compañía
Además de la parte fija, la distancia, el tiempo y el horario, hay situaciones concretas en las que aparecen pequeños extras. Uno de los más conocidos es el suplemento aeropuerto. Cuando el viaje empieza o termina en un aeropuerto, muchas ciudades aplican un recargo específico por el uso de la infraestructura, las zonas de carga y descarga y el tipo de servicio que se presta allí.

Lo mismo puede pasar en algunas estaciones de tren o bus, o en fechas “especiales” en las que todo el mundo está en la calle: Nochevieja, grandes eventos, fiestas mayores… Esos recargos no se inventan sobre la marcha, están recogidos dentro de las tarifas oficiales y, en teoría, deberían estar publicados y visibles, ya sea en el vehículo o en las webs municipales.
En ElTaxi 033 nos gusta adelantar esta información siempre que podemos. Cuando nos consultas por teléfono, por WhatsApp o mediante la web, intentamos decirte si en tu trayecto se aplica algún tipo de extra, precisamente para que no tengas esa sensación de “me han plantado un suplemento que no sabía de dónde salía”.
Ejemplos de la vida real: tres viajes que te suenan
Imagina que sales del trabajo un jueves por la tarde, sin lluvia, sin partido importante y sin más complicación que querer llegar a casa. Pides un taxi, subes, ves la bajada de bandera inicial, hacéis un recorrido bastante directo y apenas hay retenciones. En este caso, lo normal es que el peso grande del importe lo marque el precio por kilómetro; el tiempo juega, pero poco.
Ahora cambia el decorado: lunes por la mañana, lluvia, colegios, obras y media ciudad intentando entrar a la vez. Pides el mismo trayecto, más o menos a la misma hora, y de repente el viaje se alarga diez minutos más por un atasco monumental a la entrada. Aquí el precio por minuto empieza a tener más protagonismo, porque el coche está “trabajando” aunque vaya sobre segunda y freno todo el rato. La distancia ha sido similar, pero la factura sube por el tiempo extra.
Y luego está el clásico de vuelta a casa de madrugada. Ciudad medio vacía, semáforos en ámbar intermitente, carreteras limpias… quizá se aplique la tarifa nocturna, pero como vas prácticamente del tirón, sin detenerte, la sensación es de trayecto rápido y relativamente predecible. Muchas veces la gente se sorprende porque cree que va a ser más caro y, al ver que el tráfico ayuda, respira aliviada.
Antes de subir al coche: opciones para saber por dónde irán los tiros
Una de las preguntas estrella que recibimos en ElTaxi 033 es “¿cuánto me va a costar, más o menos?”. Aunque el sistema se basa en distancia, tiempo y condiciones, hay maneras de tener una referencia. En algunos casos, las ciudades publican una orientación de importes para ciertos recorridos típicos, y también existen herramientas tipo simulador de taxi que te permiten introducir origen y destino y ver una estimación aproximada.
Nosotros, además, cuando se trata de trayectos muy habituales (por ejemplo, ir y volver al aeropuerto, traslados a estaciones o desplazamientos a determinadas zonas de ocio), solemos ofrecer la opción de precio cerrado. Eso significa que, si lo acordamos contigo antes de iniciar el viaje, sabes de antemano cuál va a ser el máximo que pagarás, incluso si aparece un atasco inesperado o un desvío obligado por una obra. Para mucha gente es una tranquilidad total: suben al coche sabiendo que el número final no les va a pillar por sorpresa.
En otros recorridos más “abiertos”, lo que hacemos es darte una horquilla: “lo normal, en horario y tráfico medios, es que esto salga por alrededor de X–Y euros”. Luego las circunstancias mandan, pero al menos ya no sientes que el importe sale de la nada.
La visión desde dentro: cómo lo vivimos en ElTaxi 033
Desde nuestro lado, el objetivo es muy claro: que no tengas que ser ingeniero para entender el viaje. Por eso insistimos mucho en la transparencia y en la comunicación con el cliente. Formamos a los conductores para que puedan explicarte, si se lo pides, qué ha ido sumando el aparato durante el trayecto, por qué puede haber variado respecto a otras veces o qué parte influye más en tu caso: si la distancia, el tráfico, el horario o algún extra concreto.
También somos muy críticos con las malas prácticas. A nadie le gusta sentir que le están dando vueltas innecesarias. Cuando un pasajero nos sugiere una ruta y es razonable, se sigue. Cuando vemos que hay una calle cortada, se avisa. Y si tú eres de los que se fijan mucho en el recorrido, mejor todavía: nos encanta cuando el cliente se interesa y pregunta, porque eso nos da pie a explicarle el sistema y a que la próxima vez suba al taxi con mucha más tranquilidad.
Intentamos que toda la experiencia sea coherente: coches limpios, trato cercano, explicación clara y, por supuesto, un precio del taxi que tenga sentido. Nadie quiere bajarse con la sensación de “no sé qué acabo de pagar”.
Que el viaje cuente… y las cuentas también
Al final, más allá de conceptos, lo que importa es cómo te sientes tú cuando cierras la puerta del coche. Si entiendes que el importe no es un número aleatorio, sino el resultado de sumar una parte fija, una distancia, un tiempo, un horario y, en su caso, algún extra bien explicado, el trayecto cambia de color.

En ElTaxi 033 queremos precisamente eso: que cuando pienses en llamar a un taxi no te venga a la cabeza el miedo a la factura, sino la sensación de que te llevan de A a B de forma cómoda, segura y con unas reglas claras. Y que, si algún día te pierdes entre tanto término, nos lo digas sin problema. Para eso estamos: para llevarte, pero también para ayudarte a entender qué hay detrás de cada cifra que aparece en la pantallita.
Preguntas frecuentes sobre el precio del taxi
1. ¿De qué depende el precio final de un viaje en taxi?
Depende de varios factores: un importe mínimo de salida, la distancia recorrida, el tiempo que dura el trayecto, el horario (día o noche) y, en algunos casos, suplementos como aeropuerto o festivos.
2. ¿Qué es exactamente la bajada de bandera?
Es la cantidad que aparece en el taxímetro nada más subir. Cubre la puesta en marcha del servicio: vehículo, conductor profesional, licencia, seguro y costes básicos antes de empezar a recorrer kilómetros.
3. ¿Por qué a veces pago más si hay mucho tráfico?
Porque el taxímetro combina distancia y tiempo. Cuando el coche avanza poco por atascos, obras o semáforos, pesa más el tiempo que el vehículo está casi parado, y eso hace que el importe suba aunque el trayecto sea corto.
4. ¿Siempre hay suplementos por ir al aeropuerto o a estaciones?
Depende de la normativa de cada ciudad. En muchos casos existe un suplemento fijo por aeropuerto o ciertos puntos clave, pero son importes oficiales y deben estar indicados en el vehículo o en la información municipal.
5. ¿Puedo saber el precio aproximado antes de subir al taxi con ElTaxi 033?
Sí. Si nos llamas o reservas online, te damos una estimación del coste y, en recorridos habituales como aeropuertos o estaciones, solemos ofrecer precios cerrados para que viajes con más tranquilidad.